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BSR Puertollano:.

El Complejo Industrial de Repsol en Puertollano y Fundación Repsol han colaborado con la labor social que desarrolla esta asociación a través de su convocatoria de ayudas dirigida a ONGs y asociaciones que desarrollan proyectos sociales en Puertollano.

 

La Asociación de Discapacitados Físicos de Puertollano, AISDI, ayuda a las personas con discapacidad a integrarse en el Club de Baloncesto sobre Ruedas, que con más de 10 años de andadura, tiene el objetivo de promover la inclusión de personas con discapacidad a través de la práctica de este deporte.

El reto de AISDI es promover la inclusión de personas con discapacidad en la práctica deportiva de esta modalidad de baloncesto que tiene que adaptarse a las particularidades de la silla de ruedas. El objetivo es que las personas que sufren alguna discapacidad física superen , barreras físicas y emocionales y se animen a practicar un deporte en equipo. Y desde este Club se está consiguiendo.

El baloncesto en silla de ruedas es, ante todo, un deporte solidario, donde conviven jugadores de diferentes capacidades y también de diferentes generaciones. Reyes Romero, presidente de AISDI y del Club BSR Puertollano asegura que en este deporte no hay límite de edad. “La persona con mayor edad es Francisco Mora que tiene 60 años. Lo importante es sentirse joven por dentro y por fuera y que el corazón se sienta alegre”, asegura el presidente del Club.

“Además, los equipos son mixtos porque es muy difícil hacer equipos femeninos, al haber pocos deportistas para la práctica del mismo se permite que haya hombres y mujeres en el mismo Club. Existe la liga femenina nacional a nivel nacional que es la asociación española, pero hay muy pocas jugadoras para que haya club con chicas”, añade.

Cristina Caldera, jugadora del Club BSR Puertollano, tiene una meta ambiciosa: participar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. “Cualquier deportista de élite quiere llegar a lo más alto, bien participar en un Mundial o en unas Olimpiadas. Si tengo que venir hasta aquí para poder hacerlo, pues lo voy a hacer cueste lo que cueste, lo tengo muy claro”, manifiesta de manera rotunda la única mujer jugadora del Club que se desplaza desde Madrid a Puertollano únicamente para entrenar.

Ángel Pablo Sendarrubias, secretario y jugador del Club BSR Puertollano explica que este club, que actualmente milita en la Primera División de la Liga Nacional de Baloncesto en silla de ruedas, nació de la necesidad de facilitar la práctica deportiva a las personas con discapacidad. “Un grupo de amigos decidimos crear un club de baloncesto que nos sirviera no solamente como deporte, sino también como medio rehabilitador y de integración‎”.

VOLUNTARIOS COMPROMETIDOS COLABORAN CON EL CLUB DE BALONCESTO BSR

Los familiares de los jugadores discapacitados son los principales voluntarios comprometidos que colaboran con el Club de Baloncesto BSR con el reparto de las equipaciones o el traslado de las sillas de ruedas en los autobuses. “Nuestros familiares son los incondicionales, y también los amigos que de manera altruista colaboran con nosotros y nos ayudan a trasladarnos a las distintas ciudades donde jugamos”, explica el secretario del Club.

El impacto del baloncesto en silla de ruedas no solo consiste en practicar deporte. También conlleva otros componentes en el juego, como crear confianza en los propios participantes. Es un verdadero motor de desarrollo, de inclusión social y de integración.

Repsol y su Fundación patrocinan este deporte en Puertollano a través de su convocatoria de ayudas sociales, como parte de su responsabilidad social en los entornos donde tiene presencia.

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