BSR Valladolid:.

Los dos finalistas saltaron a la pista a dar el cien por cien y a no dar un balón por perdido, lo que se hizo evidente desde el primer minuto, con una intensa lucha en defensa, para impedir cualquier intento de dominio en uno y otro bando y, por tanto, el marcador se mantuvo equilibrado durante los compases iniciales (12-12, min. 6). No había ni un momento de respiro con el rapido ritmo impuesto por ambas escuadras, con lo que las alternancias en el resultado se erigieron como protagonistas, ya que si en el Santa Lucía contaban con la veteranía de Moukhariq y de Cavagnini, el Galatasaray hacía valer la calidad de Gurbulak y Filipski. De ahí que el primer cuarto terminara con un apretado 21-22 favorable a los turcos.

Esa mínima ventaja les insufló la energía suficiente para aumentar la presión defensiva y lograr engordar su casillero, aunque el conjunto italiano no estaba por la labor de dejar escapar a los turcos, con lo que las diferencias no pasaron de los cinco puntos (25-30) y sin permanencia en el tiempo, puesto que Cavagnini se mostró intratable, impidiendo al Galatasaray poner tierra de por medio (31-30). Un último arreón del conjunto otomano, con Scott y Luszynski como protagonistas, dejaron el electrónico en 33-38 antes del descanso.

El conjunto turco metió una marcha más en el plano defensivo, y sus lanzadores calentaron la muñeca para sorprender a un Santa Lucía que comenzaba a pagar el esfuerzo de la primera mitad ante un potente Galatasaray que apretó el acelerador hasta el fondo para ampliar las rentas hasta el 47-53 con el que finalizó el tercer cuarto.

Sólo quedaba un último empujón, y el potente cuadro otomano echó el resto, con rápidos contragolpes y la premisa de no realizar ninguna concesión a su rival, que ya se mostró impotente para anotar un solo punto y, de hecho, a falta de dos minutos, el casillero local se mantenía con los 47 puntos del anterior tiempo, ejemplo más que evidente de que no tuvieron ninguna opción ofensiva ante la contundencia del Galatasaray en su área. Mientras, los pupilos de Remzi Sedat no perdonaron ni un balón, por lo que la renta siguió aumentando de forma escandalosa hasta alcanzar los 20 puntos (47-57). Un castigo demasiado severo para un Santa Lucía que realizó una buena primera mitad pero que luego fue totalmente anulado por los turcos,l que supieron aprovechar la profundidad de banquillo para hacerse con el título de la Champions Cup de forma muy merecida.